Después del húmedo invierno y el suave abril, la primavera se deja notar, así las tropas de ganado se trasladan a los prados "guardados", tras la dieta seca a base de pienso y paja, la fresca hierba es un auténtico manjar. La hierba es un alimento tan completo, tan rico en nutrientes y vitaminas, que es fundamental para el desarrollo de las crías y las cubriciones de las vacas.
Pero necesitamos agua ya, los altos "están sufriendo", y si no llueve pronto la hierba reducirá su ciclo, espigará quedándose más corta, y abundarán malas hierbas, con lo que el aprovechamiento ganadero " a diente" será mucho menor, y es necesario un respiro...
Arriba una partida de añojos que como decía el pastor "están de boda".
Abajo una vaca y su cría muy en tipo.
La meteorología es pieza clave en el campo, y en su rentabilidad, en explotaciones de extensivo, se entiende. Y las ganaderías de bravo son el mayor exponente del mantenimiento y conservación de la dehesa, al menos las más tradicionales como esta.
Un utrero muy en la linea Santa Coloma.
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